Después de varios años de espera fue recientemente publicado la estela de Villatortoso II en la revista de la UPV Veleia:

Eduardo Alfaro Peña, Joaquín Gómez-Pantoja Fernández-Salguero

Entre íberos, celtíberos y vascones. Inscripciones inéditas y revisadas de Tierras Altas de Soria

p. 162-182. Veleia (2021).

Creemos que dicha estela puede tener una gran importancia como fuente de vascónico – vasco antiguo de época romana, en una zona donde fueron encontrados ya otros testigos de esa lengua en antroponimia dentro textos latinos (p. e. SESENCO). Sospechamos que en este caso puede haber más que antroponimia en vascónico.

Admiramos mucho el trabajo de Eduardo Alfaro Peña, y gracias a él se están catalogando y protegiendo muchas inscripciones de las Tierras Altas de Soria. Pero aunque no somos epigrafistas (yo geólogo), en nuestra opinión, la publicación de una inscripción tan relevante, tal vez la más relevante de todas las vascónicas, tal como se ha hecho nos parece criticable, tanto a nivel de presentación, lecturas como interpretación. La enfermedad y luego el fallecimiento del co-autor habrán complicado la correcta publicación, pero también observamos reticencias de pronunciarse con claridad. El euskera es la única lengua prerromana pre-indoeuropeo que ha sobrevivido en Europa Occidental, y es en este sentido una gran herencia, y su investigación debe ser libre de prejuicios, miedos y oscuridades, muchas relacionados con la negativa herencia de la dictadura de Franco. Se le debe dar la importancia que merece. Nos preguntamos también el porqué de no citar los dos libros de Eduardo Aznar sobre los testigos del euskera en la Rioja, el norte de Burgos y el norte de Soria (Eduardo Aznar Matínez (2011) El Euskera en La Rioja: Primeros testimonios). No nos olvidamos que el pueblo más cerca del oppidum de Numancia se llama Garray, un conocido topónimo vasco, a pocos kilómetros de Soria capital.

Hemos tenido la oportunidad de ver en varias ocasiones la estela con las explicaciones del propio autor principal, y las de Eduardo Aznar, y hemos podido observar la pieza durante más de dos horas, haciendo experimentos fotográficos con diferentes ángulos de iluminación (luz rasante). En las observaciones

directas de la estela han participado Juan Martin Elexpuru, Marijosé Yarritu y Xabier Gorrotxategi. Las fotos son de Juan Martin y Xabier (el texto de este post es un iniciativa mía independiente).

Se trata de una estela más informal, con una superficie muy desigual, y desafortunadamente muy desgastada con importantes dificultades de lectura.

Para resolver los problemas de lectura hemos aplicado una simple y conocida técnica donde se observa el texto con un punto de luz que va variando de dirección. Las fotografías están tomadas desde una posición fija. Aunque no existe una posición ideal desde donde se puedan observar todos los elementos bien, esta técnica permite a resolver casi todas las dudas. La transcripción en rojo se realizó en dos capas que se han juntado. Es decir se ha hecho dos transcripciones independientes, y la coincidencia ilustra que no existen grandes problemas en la transcripción.

Las dudas de lectura que quedan son relacionadas con la primera letra de la primera línea que puede ser una hoja de hiedra que encontramos en otra estela dedicada a una mujer, y las primeras letras de la octava línea donde las letras parecen interferir con el dibujo de la cierva, posiblemente se trate de una “m”.

 

Se observa como el desgaste afecta sobre todo las líneas 6-8. La foto es una combinación de dos fotos.

 

Se puede observar como el fondo de los surcos también es trabajado (con puntitos), lo que facilita la identificación de trazos intencionados. Se puede observar la naturaleza del inicio de la estela, que desde mi ignorancia interpreto como una hoja seguido por un especie de lambda, lo que podría sostener la lectura de Gorrochategui como L.

Utilizo a continuación 💙, Z, i para indicar respectivamente una hiedra, algo entre una S inversa y Z, y un palo corto.

 

Primera línea: 💙¿L?AVRCE. 💙 puede ser interpretado como D. ¿L en forma de lamda? Otros leen HAVRCE. La lectura inicial es insegura.

 

Segunda línea: ISIILAVACE, observar la combinación de II y E en una misma palabra (muy veleyense)

 

Tercera línea: BELZCON, con Z o S invertida

Cuarta línea: ASILIA, la L parece tener el travesaño subvertical

Quinta línea: ORIINiARZI, con S invertida o Z. La i hace pensar en una coma como separador de ORIIN y ARZI – palabras muy sugestivas visto desde el euskera actual.

Sexta linea: SIIPVSTA (o SIIPVLTA), ¿L en forma de lambda?

 

Séptima línea: AINORV o ANNORV

 

Octava línea: m LX  con cierva. ¿m? L con travesaña subhorizontal

 

Dos independientes trazados de las letras realizadas con alta resolución, solo se veía parcialmente la imagen, y el criterio era la presencia de puntitos en los surcos.

 

Dos lecturas dudosas relacionado con una L. La L de SEPULTA es según Antonio Colmenero no desconocida. Vemos cierta relación con la letra inicial de la primera línea, aunque no tiene la curva superior hacia la derecha. También encontramos rasgos parecidos en el manual de René Cagnat (1898)

 

Cagnat, R. (1898). Cours d’épigraphie latine. » LÈrma» di Bretschneider.

 

 

 Otra estela del taller de las Tierras Altas donde encontramos al inicio de la segunda línea algo que podemos interpretar como una hoja de hiedra. (Eduardo Alfaro Peña (2006). Iconografía funeraria indígena). Existe una tercera estela de la misma zona con una aparente hoja de hiedra en el inicio del texto pero no dispongo de la imagen (estaba en la exposición de Bergara). En estos casos se trata siempre de una mujer (cierva, y SEPULTA)

Imágenes en pdf de mejor resolución aquí